"Y quién más culpa ha tenido en una pasión errada?"


La relación de amantes es tan vieja como el mundo, pero hay gente que tiene el tupé de declararse ingenua. Ni siquiera la ley contempla semejante estupidez, porque nadie puede ampararse en su propia torpeza.

Se conocen, uno de los dos está comprometido pero promete cosas que ambos saben que rara vez se cumplen, sin embargo siguen adelante por adrenalina o por necesidad. Los dos. Luego la relación se termina y él o ella enarbola su sufrimiento como si se tratara de la bandera del amor.

"La mentira más común es con la que el hombre se engaña a sí mismo, engañar a los demás es un defecto relativamente vano", escribió Nietzsche.








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