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Mostrando entradas de mayo, 2015

Mi única preocupación

Muchas veces fantaseé con regresos solitarios y esa idea alcanzaba para angustiarme. Mi realidad es mucho más benévola que lo que fueron mis premoniciones, como generalmente sucede, no obstante no debo perder de vista que todavía no estoy solo. Por esa razón, por la existencia de Eva, o por algún otro motivo que ahora mismo se me escapa, extrañamente esta vez yo no formo parte de mi preocupación. Mi única preocupación es el ánimo de Mónica. 

Ayer, un mes

Ayer se cumplió el primer mes de haber dejado mi casa. Está bien que la siga llamando "casa", porque así lo siento. Supongo que algún día tendré mi propia casa, con Eva. Una casa no es una propiedad, una casa es ese lugar dónde siempre se puede ir, dónde no hay que pedir permiso para entrar ni para permanecer. Estos días nos comunicamos menos con Eva, lo cual no es necesariamente algo malo, pero es un hecho objetivo que hablamos menos. Un fin de semana de tres días y ayer la red no quiso ayudar. Yo llevo mal la incomunicación, me hace sentir triste. Entre Eva y yo está todo bien. Quizá estamos mal acostumbrados. Quizá siempre fue así y ahora me parece distinto porque estoy más sensible. Se da la casualidad -actualmente no sé si existen las casualidades- que la tienda está pasando por un momento pésimo y consecuentemente Eva está preocupada. Ayer Francisco tuvo uno de esos días dispersos ¿Justo ahora se tenía que complicar todo? La tendencia natural en los malos momentos es co

Sábado amargo

Mónica está sufriendo y su sufrimiento se apoderó de mí. Estaba tan tranquilo antes de la cena. Ella quiere volver a empezar con amor y comprensión. Dice que olvidemos el pasado. No quiero entrar en el análisis si el pasado puede o no puede olvidarse, ese no es el punto. El punto es que verla sufrir me parte al medio. Yo tengo muchos problemas y uno de ellos es el de no poder "abrirme". De alguna forma el no-sufrimiento de Mónica está en mis manos y yo la dejo sufrir.  Una relación de tantos años cubre muchas necesidades y yo creo que puedo darle a Mónica lo que realmente necesita de mí. A mí me parece que después de tanto tiempo de convivencia y del desgaste que la convivencia implica, Mónica no debería necesitar de mí un tipo de afecto distinto al afecto familiar. Quizá digo esto porque yo tengo una manera de querer familiar y ella necesita otra cosa. No sé. Lo que sí sé es que esa cena me mató.

El sufrimiento de Mónica

Me hace mal que Mónica sufra. Es por ella y es por mí. Yo sé que ella me quiere a su manera y que su cariño tiene más de apego que de cariño verdadero, pero a mí no me importa porque esa es su forma y yo la entiendo, además es una buena mujer y no merece sufrir. Yo sé que en algún momento se convertirá en una enemiga y que tratará de lastimarme, esa también es su forma, ya sé. Sólo tengo que encontrar la manera de que no me afecte lo que pueda decirme, solamente eso.

La dificultosa finalización del control

Hoy me sorprendí guardando rápido el teléfono como en los no tan viejos tiempos. Me repito que las cosas han cambiado pero hay mecanismos que aún siguen vigentes, como esos viejos agentes a quien nadie avisó que la guerra fría había terminado. Ya me lo había advertido Francisco en varias ocasiones, pero está claro que me cuesta acostumbrarme a ser libre.

Mi tía

A mi tía le gusta dar malas noticias, estoy convencido. Lo digo por el énfasis con que las dice y porque jamás se olvida de ninguna. Hago esta aclaración para darle perspectiva a lo que sigue. Ayer pasé unos minutos por su casa, en parte para llevarle unas revistas que tienen unos crucigramas y en parte por obligación, porque estamos a veinte metros uno del otro y pasan semanas sin vernos. También porque la quiero y también porque está sola. Me preguntó como me sentía y aprovechó la conversación para decirme "¡cómo llora Mónica!". Me dio mucha tristeza que me haya dicho eso, pero traté de pensar que hice lo que debía y además que estoy a disposición de Mónica, como se lo dije tantas veces. Mi tía es la última sobreviviente familiar de la generación que me antecedió. En su mente reside la última copia de una historia que se irá definitivamente cuando ella no esté.

Cada uno es como es

No creo que sea bueno ponerme a  analizar los por qué de la actitud de Mónica. Acabo de escribir en otro blog que cada uno es como es y esa es la única explicación posible. Bastante uno tiene con uno mismo como para pretender interpretar las singularidades de los demás. Yo debo ser quien soy, respetar y respetarme. Justo antes que generoso y humano antes que justo .

Lunes de cumpleaños

El fin de semana pasó a paso redoblado. Estuve junto a Eva todo el tiempo que pudimos y el resto del tiempo hice cosas que sentí útiles. De alguna forma creo ser yo quien convierte en "hogar" el departamento de L. Ayer por la noche ella me escribió que le gustaba vivir conmigo. ¿Por qué será que los jóvenes escriben en lugar de hablar?  El tiempo pasa rápido. En dos o tres meses deberé buscar un lugar para mí. Me costará dejar a L. sola, pero tarde o temprano deberé hacerlo, así que no debo sentir culpa. ¡Más culpas no, por favor!  La idea de vivir juntos comienza a desesperarme. Si no fuera por lo que significará su llegada en términos familiares estaría caminando por las paredes. Además de lo que significará tenerla siempre, me entusiasma el tipo de relación que tendremos. L. cumple años. 

Hoy, a esta hora

No hay fútbol este fin de semana. El día es hermoso, la gatita duerme tranquila, Mónica está acompañada, las chicas se relacionan conmigo normalmente y, lo más importante, Eva quiere estar conmigo. Todo está bien.

D + 19, Miedo

Dicen que "el miedo no es tonto", puede ser, pero tampoco es un buen consejero. Mónica tendría que haberlo advertido. Yo le hablé de la profecía autocumplida, pero me desoyó como cada vez que le hablaba de algo que no quería escuchar. Siempre tan preocupada por encontrar un culpable. Yo me pregunto qué se gana encontrando un culpable si el problema no se resuelve. El miedo es destructivo. El miedo alimenta la desconfianza y aleja al amor. La dicotomía no es amor-odio sino amor-miedo. Las cosas pueden salir mal, es la ley. No estoy proponiendo negar lo evidente, sólo digo que no se debe crear un monstruo dónde parece no haberlo. Siempre viví con miedo si a eso se le puede llamar vivir, pero como Lily me dijo una vez nadie está condenado a repetir las mismas conductas.

El que avisa no traiciona

Francisco me dijo algo valioso, aunque obvio. Seguramente porque él debe saber por experiencia que lo que debería ser obvio es a veces poco obvio, o bien es negado o disfrazado por algún mecanismo psicológico de esos que todos tenemos tantos. Me dijo que tuviéramos en cuenta que ambos desconocíamos las costumbres del otro. No dijo nada más al respecto porque a buen entendedor pocas palabras, y yo me considero un buen entendedor, modestia aparte, además porque no hay que ser un egresado de Harvard para entender eso. Un buen ejemplo se volvió a presentar hoy, justamente: Eva desaparece cuando está con alguien. No la critico, es su forma y trato de adaptarme. La primera vez que sucedió fue cuando viajó a visitar a una bloggera, me parece recordar que no se comunicó en todo ese día, aunque no lo juraría sobre la Sagrada Biblia. Esa vez me sorprendió y le pedí explicaciones. Me dijo que no tenía costumbre de hacerlo, palabras más, palabras menos. La segunda vez fue hace relativamente poco t

Francisco

A Francisco lo sorprendí dormido, literalmente hablando. Incluso durante el primer rato de la consulta estuvo casi ausente; se le cerraban los ojos al pobre hombre. Es entendible a sus casi ochenta años. De alguna manera sé que no es el de antes, aunque la última vez sí que lo había sido. Me toca a mí hurgar en sus conocimientos para extraer esas perlas que años y años de historias y estudios dejaron en él. Siento que le cuesta seguir la historia y en ese sentido su incipiente sordera ayuda en nada. Yo había ido con la idea de tratar el tema de enero y la reacción de las chicas, pero no hubo caso. De todas maneras la sesión fue productiva porque dejó mucho para hablar con Eva, a tal punto que le pedí turno para el martes próximo, contrariando la decisión que había tomado previo a encontrarnos. Los últimos minutos hablamos de mi extrema sensibilidad al mal trato. Creo que la semana próxima seguiremos con esa cuestión.

Libertad

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Convicciones y necedad

Mónica se cansó de decirme que no le alcanzaba con compartir un techo. Ahora, a pesar de la pena sigue diciendo lo mismo. Coherente es la mujer.  Ella quiere que volvamos pero en sus términos, en los que cree desde el fondo del corazón. Mantenerse firme en las convicciones es loable, obstinarse en lo que está probado que no funciona es necedad.

Nunca

Nunca fui el enemigo de nadie y nunca tuve enemigos, eso también será nuevo para mí. Creo que siempre hice todo lo posible para evitar los enfrentamientos. ¿Pacifismo o cobardía? Un poco de las dos, pero desde hace un tiempo a esta parte rehuyo aún más de cualquier problema. No me importa ser vencido, no me importa pagar, no me importa nada frente a perder la frágil paz.

D + 15, Yo también estoy de duelo

Las personas olvidan que quien toma la decisión también vive su duelo y, dependiendo de los casos, con un grado de afectación mayor a quien no la tomó. Si yo me quejara cualquiera podría decirme: "¿para qué te quejas?, estás así porque vos lo elegiste". Es imposible ponerse en lugar de otra persona. Sólo lo muy evidente sirve de justificación, todo lo demás parecen caprichos o desamor.

D + 12, Otra vez

Estoy tranquilo, mucho más de lo que todos habíamos pensado. Me voy adaptando bien a esta nueva etapa que necesariamente es transitoria. La personalidad de Laura, poco afecta a las preocupaciones y a la intimidad emocional, me ayuda a no pensar. Mi tío Francisco, que de filósofo nada tenía, sostenía con la fe del converso que siempre hay que mirar para adelante, y eso es lo que estoy tratando de hacer, pero lamentablemente Mónica me retrotrae a los problemas. Ella quiere hablar conmigo porque quiere arreglar las cosas. Otra vez enfrentarla. Es horrible decir aquello que el otro no desea escuchar. Me parte el alma su dolor. No puedo darle todo lo que Mónica desea, pero puedo darle mucho de lo que necesita. Si no lo acepta igualmente estaré pendiente y dispuesto, como siempre lo estuve. Alguna vez leí que ofrecerle amistad a quien desea amor es como darle pan a quien tiene sed, pero yo lo único que tengo es pan.

D + 9, Una hermana

¡Cómo me gustaría que Mónica se convierta en mi hermana! Reconozco que es una esperanza estúpida, pero hay algo en mi mente que dice que eso sería posible. Me parece antinatural echar al olvido una historia de tantos años, pero si hay algo que he aprendido es que cada persona puede ver las cosas de forma totalmente distinta, hasta opuestas en muchos casos, y no se trata de caprichos ni posicionamientos circunstanciales sino de creencias legítimas.

Hablando de paz

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D + 8, Lunes otra vez

Quisiera hoy no hablar de penas ni de preocupaciones, quisiera hoy hablar solamente de Eva y de mí, pero aún me cuesta dejar de lado los problemas. Hoy a esta hora me encuentro mucho mejor que lo que podría haberse pensado. La mayor parte de estos días los he transitado razonablemente en paz. La incondicionalidad amorosa de Eva y su comprensión ilimitada han logrado lo que pensé jamás sucedería.  Quisiera poder trasmitirle a Mónica que no sólo existe el blanco y el negro, que entre la convivencia y el olvido existen cientos de estados intermedios y que yo estoy dispuesto a honrar estos casi cuarenta años. Que soy y seré su primera opción cuando algo necesite.