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Mostrando entradas de agosto, 2016

Días de melancolía

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Eva me decía que estoy raro. Puede ser, o quizá sea que está saliendo a la luz mi arista melancólica. Eva la conoce por teléfono, que no es lo mismo. “Todo lo malo se pega”, dice ella. No necesariamente se pega lo malo, digo yo. No sé cuál tendrá razón, pero es cierto que la convivencia transforma a quienes conviven. Yo reconozco tener mucho de Mónica, la mayoría son cosas que me alegran y otras no tanto.   Eva sufrió mucho por los perros, pero la piel se le endureció de tanto sufrir. A mí me está agarrando ahora, pero no es culpa de ella. Es más fácil cuando se ve todo como un colectivo, los perros, los gatos, los animales, los argentinos, los europeos. Mueren cinco mil personas en un terremoto en Molrovia y uno se conduele superficialmente. Son cinco mil personas sin caras, sin proyectos, si singularidades para uno que no sabe ni dónde queda Molrovia. Desde que tenemos a Palito todos los perros me remiten a él. ¿Dónde estaría Palito sin nosotros? ¿Lo maltratarían? ¿Tendría frío? ¿Ten

Injusticia, olvido, indefensión, o qué?

Nunca me interesó demasiado lo material más allá de un mínimo de supervivencia, entonces me pregunto por qué esta sensación rara y molesta. Tengo que reconocer que siempre le encuentro a todo un efecto más profundo del que tiene. Una pelea cualquiera, por ejemplo, tiene para mí mente consecuencias destructivas nada compatibles con la pelea en sí.   Estoy seguro que este malestar nada tiene que ver con lo monetario ni con lo justo. Quizá sí tiene que ver con el darse cuenta que hoy en día a nadie le intereso laboralmente. Creo que esa es la cuestión verdadera. Si bien “mal de muchos, consuelo de tontos”, la realidad de casi todos en esta empresa, e imagino en muchas otras, es la misma que la mía: a nadie le interesa nadie. Si bien ahora no puedo recordar casos específicos, sé que de aquí han dejado ir a personas útiles. Laboralmente me siento indefenso. Mi fortaleza era que antes requerían mi trabajo. Hasta hace unos años podía asegurar sin sonrojarme que muchas personas querían que tra

Las enseñanzas de Osvaldo

Osvaldo es un excelente tipo. Si bien no lo veo desde hace bastante más de veinte años lo recuerdo con mucho cariño.  Es de ese tipo de personas que parecen estar tranquilos con su situación. En ese momento él tenía unos cincuenta años, quince más que yo, y yo quince más que Oscar, su hijo menor. Si bien lo había visto antes alguna que otra vez, comenzamos a compartir oficina cuando me mandaron a Rosario, provincia de Santa Fe. Estuve en ese lugar unos seis meses, hasta que Andrés me trajo de nuevo a la Sede Central de la empresa. Cuando llegamos a Rosario, junto con Gustavo y no me acuerdo quién más, Osvaldo ya estaba afincado allí con su familia. En el primer tiempo los recién llegados vivimos en un hotel. Luego algunos llevaron a su familia. Yo también iba a hacerlo pero, como decía, Andrés me convenció que retornara. En aquel tiempo apareció Flavia, una compañera de trabajo que a mí me parecía una especie de Matahari. Osvaldo escuchó pacientemente, una y otra vez, mis idas y veni

Laborales (1)

Me molesta en algún punto tener el sueldo retrasado respecto a otras personas que antes ganaban menos que yo. Quizá sea lo justo, pero esa justicia por ahora no me alcanza para suavizar la molestia. Un compañero me aconsejó que vea la manera de hacer crecer mi área y una vez que encuentre esa forma proponga a mi jefe esa mejora junto con el pedido de aumento de salario. Si eso no funcionara, podría preguntarle si no le molesta que busque un puesto mejor remunerado entre mis conocidos de la empresa. Otra posibilidad, más directa, es hablar con mi ex jefe y preguntarle directamente si tiene un lugar para mí acorde a mis expectativas salariales. De optar por esta opción cabría la posibilidad que, si se entera, mi actual jefe podría sentirse dolido porque no le avisé que exploraría otras posibilidades de trabajo. Como no se me ocurre que mejora introducir al área que conduzco y tampoco tengo ganas de ponerme a pensar, voy a descartar la primera opción. Una tercera opción es que le avise a

La profecía de Elrond

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Arwen es una elfa y por lo tanto inmortal. Aragorn es un hombre de la tierra media con una esperanza de vida normal. Elron intenta disuadir a su hija, Arwen, de la decisión de desposarse con Aragorn. Le advierte que vivirá eternamente apenada porque, más tarde o más temprano, Aragorn morirá. Un día Francisco me pidió que intente identificar las cosas que no me gustaban de la relación con Eva. Me aclaró que no buscaba desalentarme, ni nada de eso. Lo que buscaba era que tome consciencia de esas cuestiones para que cuando efectivamente sucedieran no parecieran una catástrofe. Es que las personas tenemos una capacidad de negación formidable y vemos sólo lo que queremos. Luego, a la hora de la verdad, todo parece una tragedia. Si bien es cierto que Francisco nunca demostró darle importancia a la diferencia de edades entre Eva y yo, estoy casi seguro que si Eva hubiese sido su paciente le hubiese hecho reflexionar sobre el asunto. Si bien nadie tiene la vida comprada, no estaría mal que Eva

La vida te da sorpresas, a veces...

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  La vida puede cambiar en un segundo, eso lo sabemos y también sabemos que la vida puede sorprendernos para mal. También para bien, pero eso pasa poco. Ya lo escribió Rubén Blades para el popular Pedro Navaja: “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, y Pedrito terminó muerto. Habiendo dejado eso en claro, puedo desarrollar lo que tengo en mente: muchas veces sabemos de antemano qué va a suceder en el futuro aunque después nos autoengañemos y nos hagamos los sorprendidos. Generalmente elegimos ignorar lo que sabemos que sucederá… o cosas peores. ¿Qué podría ser peor? Crear las condiciones para que se cumplan las predicciones tan temidas. Ya escribí en otro lado sobre la teoría de la profecía autocumplida, pero la última entrada de Eva me hizo retornar a la idea. Para mí el caso de Mónica es paradigmático. Ella predijo que nos separaríamos e hizo todo lo necesario para que eso sucediera. Yo también hice mi parte, no voy a negarlo, pero sin su aporte creo que nada hubiese sid

Transitar el dolor

http://www.lanacion.com.ar/1929198-transitar-el-dolor "El amor y el dolor siempre van de la mano. Podríamos comparar el amor con una tarjeta que tiene una inscripción de ambos lados. De un lado, leemos: "Te amo y quiero que estés a mi lado"; y del otro lado, dice: "Cuando no estés conmigo, sentiré dolor". Cuando escogemos amar a alguien, también aceptamos esa tarjeta; de lo contrario, no podríamos entablar una relación. El dolor de una pérdida, sea de la naturaleza que sea, viene a recordarnos que amamos a esa persona que hoy no está con nosotros. La ausencia del otro, que antes estaba activamente presente, es lo que nos causa ese inmenso dolor. Lo cierto es que la mayoría de los seres humanos si tuviéramos estas dos opciones delante de nosotros: 1) jamás en la vida experimentar dolor pero tampoco ser capaces de amar, o 2) tener la capacidad de amar con el riesgo de tener dolor; muy probablemente nos inclinaríamos por la segunda opción. Por eso, toda vez que si

La mejor compañía del mundo

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Para el resto no es más que un perro, pero para mí es único. Sé que es un perro más, porque no hay perros especiales, ni personas especiales. Pero hay perros especiales para uno, y personas especiales para cada uno. No lo siento mío porque crea que me pertenece, lo siento mío porque lo quiero y porque lo voy a cuidar. Me encanta como mira fijo a los ojos, con toda la atención y con toda la esperanza. A veces tuerce un poco la cabecita como para entender mejor. La mirada de algunos perros tiene algo de sobrenatural. Palito tiene una mirada curiosa y comprensiva. Reconozco que mis sentimientos son reacción, que son reflejo. Me resulta imposible querer si no me quieren. Los perros tienen una capacidad de cariño inconmensurable. Seguro que es por eso que adoro a ese monstruito peludo e inquieto. Eva también lo quiere mucho, pero su corazón perruno está muy lejos. Ella es una mujer dura, pero con él se afloja. Me encanta cómo le da besos y le tira de los bigotes, y cómo él le responde. Fue

Insatisfacción esencial (Osho)

Observa tu mente y todos los trucos que te hace. No hace falta nada más para tener una transformación, únicamente observar el mecanismo de la mente. "La gente siempre está descontenta de todo. Es una costumbre. No es que si tienen más dinero y una casa mejor y una esposa mejor o un hijo mejor o un trabajo mejor, vayan a estar satisfechos; no. Tengan lo que tengan, estarán insatisfechos. Si son pobres, estarán insatisfechos; si son ricos, estarán insatisfechos. La insatisfacción es un hábito de la mente. La mente vive a través de ella, es intrínseca a la mente. La mente nunca puede estar satisfecha. Una vez que lo entiendas ocurrirá el milagro; entonces podrás dejar la mente a un lado porque nunca te satisfará. Esa no es su naturaleza, estás pidiendo lo imposible. Si entiendes por qué estás insatisfecho, si no encuentras ninguna excusa del exterior y ves que forma parte del mecanismo de la mente, podrás abandonar ese mecanismo. Es muy fácil. Es cuestión de verlo. No te lo creas sól