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Mostrando entradas de agosto, 2015

La sensibilidad de Eva

Eva es algo Rambo, pero fundamentalmente es mujer y como mujer es sensible, incluso mucho más sensible que la mayoría. Es que ella es tan justa que las injusticias le llegan al alma, a su alma sensible de mujer-soldado. Es difícil para todos no sentirse juzgados y en ocasiones atacados, aunque a veces no haya ataque ni haya juicio. Es aún más difícil para las mujeres colocar la opinión en el que opina. Las mujeres siempre se hacen cargo de las opiniones y se sienten heridas. “¿Por qué me critican si yo jamás digo nada?”, se pregunta Eva y no encuentra respuesta, entonces naturalmente se enoja. Luego se le pasa y mira con perspectiva el vaso de agua en el que se sintió ahogarse. He aprendido que Eva es muy sensible y cuando está así lo que necesita es sentirse aceptada y querida. Sólo eso. PD: Eva además es muy trágica... igual que yo...

Eva, el sexo y yo

El sexo es muy importante para mí, no tiene sentido negarlo. No es lo primordial, es cierto, ni siquiera es imprescindible si se trata de sobrevivir, pero está en la “pole position” si hablo de mi bienestar personal. Estoy convencido que el problema fue que no pude aceptar que algo a lo que la cultura le asigna un valor secundario y casi pecaminoso fuera para mí relevante. Para colmo de males, a Mónica le dio al sexo prioridad alguna. En mi opinión ella lo ubica luego de otros placeres tales como los encuentros sociales, el teatro, el cine, las vacaciones, etc. ¿Está mal eso? Claro que no está mal, como tampoco está mal que para mí el sexo ocupe la posición principal dentro de lo que no es estrictamente básico. Lo que sí está mal es no habernos planteado seriamente esta diferencia. ¿Culpa mía, culpa de ella? Ya no importa. La relación con Eva me permitió sacar a la luz otras facetas de mi personalidad: la de la dominación y la del sadismo. Facetas más prohibidas culturalmente que el se

Cambios

Hasta hace unos meses me resultaba imposible pensar en el futuro sin asociarlo al dolor. No había forma de formar una imagen feliz más de unos pocos segundos, porque inmediatamente irrumpían imágenes tristes. En parte el tiempo, pero fundamentalmente la incondicionalidad de Eva, han hecho que la parte dolorosa del futuro haya cedido su protagonismo excluyente a la ilusión de estar con ella.

Los "prontos" de Eva

Yo digo que es de mecha corta. Es que no estoy acostumbrado a las personas tan temperamentales. No es que me disguste que sea así, quizá me asuste un poco pero perro ladrador poco mordedor. Alguien me dijo o leí en algún lado que el temperamento y la fogosidad están ligados. Eva es fogosa aunque creo que aún no vi nada en relación a lo que puede llegar a ser el día que se desate. Debo aprender que cuando está "rebotada" no es ella. Debo aprender a dejarla tranquila hasta que se le pase, o bien a someterla en ese mismo momento, pero aún nos separan muchos kilómetros. Frente a frente será otra cosa.

Un muy buen día

A pesar de lo de Pablito hoy es un muy buen día para mí. Es por Eva. Cuando ella está bien yo me siento feliz. Por otra parte Andrea se ha acercado un poco y Laura está pasando por un buen momento con Ivan. De Mónica no sé nada concreto pero estoy seguro que está entusiasmado por su próximo viaje. Cuando está así Eva es una princesita, como Laura cuando está de buenas. Ayer le mentí a Eva en algo sin importancia. No sé por qué lo hice, pero supongo que es que no me pareció bien decirle la verdad. Quizá influyó que Claudio estaba junto a mí y que yo estaba manejando.

Pablito

Imagen
Lo llamé Pablito. La señora de la ONG me dijo que ella evitaba ponerles nombre a los perros que ahí llegaban para no encariñarse tanto, pero yo no creo que ponerle un nombre cambie los sentimientos. Aunque no sé, en esto no tengo nada de experiencia. Quizá si hubiese ofrecido más dinero hubiesen aceptado, aunque la gorda se había empacado. Para mí son gente resentida que aprovechan cualquier mínima situación de poder para ejercerlo, aunque tal vez sean mucho mejores que lo que uno cree y que hasta mucho mejores que uno mismo. El caso es que Pablito volvió con ellos y la única verdad es la realidad. Quiero decir que me encantó tenerlo y que no reniego de la tristeza de la separación. Qué perrito tan simpático, cariñoso y jugetón. También muy bien educado y muy obediente, aunque Eva dice que luego de tres días se muestran tal cual son y yo apenas lo tuve un día y medio. Me encantó dormir con él a mi lado. Dormía muy tranquilo y feliz, hasta se dejó tapar. Hoy hice el último intento. Una

Malos pronosticadores

Paluch dice que somos malos pronosticadores y yo estoy de acuerdo. Si me hubiesen preguntado hace tres meses como suponía que iban a estar las cosas a esta altura del año, con total seguridad que no hubiese acertado. En aquel momento Eva y yo éramos los de siempre. Yo estaba preocupado y Eva entusiasmada. Me pregunto dónde quedó esa chica a la que todo le venía bien. Resulta, por ejemplo, que no podré tener perro por nunca tuve perro en mi vida. Menos mal que tengo auto. Esa chica de la que hablo era una con la que se podía hablar de todo. Claro que siempre se puede hablar de todo con cualquiera si se toleran las consecuencias, pero yo no quiero hablar para luego estar con caras largas. Yo quisiera poder ser yo, no creo que sea un deseo tan pretencioso para dos personas que saben el valor de poder ser quién se es. También me pregunto de qué estuvimos hablando todo este tiempo si parece que ahora hay que definirlo todo. Yo siempre me llevé bastante bien con la realidad porque no soy de

Frío

Cuando sientes tanto frío la idea del infierno comienza a ser placentera, aunque más de una vez me pregunté si ese no sería el verdadero infierno. Mientras estuve ahí jamás llegué a ver sol, aunque el recluso –no lo llamo delincuente porque estoy seguro que no lo era- de la celda contigua juraba que la mañana del tres de mayo el sol se asomó desde las nueve y diecisiete hasta las nueve y veintidós. Era el sol más hermoso que había visto en su larga vida. Esa declaración imprudente le costó la lengua. El día que llegué me entregaron un equipo completo. Denominaban equipo a dos mudas de ropa interior, un pantalón y una chaqueta de grueso algodón color gris topo, tres pares de medias, unas botas de cuero muy duro, un abrigo y un gorro de piel de zorro, un jarro de latón enlozado y una cuchara. Por indicación de un guardia que pareció haberse compadecido de mí supe que me "convenía" vestir toda la ropa a la vez. Junto al equipo, recibí una hoja de papel que resumía los deberes de

La moralidad tan necesaria

Tantos años para llegar a una conclusión que podría parecer obvia: el cariño con el que quiero a Mónica es de familia y no de pareja. No sé qué hice tantos años en terapia. Quizá estuve demasiado enfocado en mi culpabilidad como para reparar en la causa, la cual de ninguna manera justifica mi malas acciones, pero una vez aceptado el motivo puedo reflexionar acerca de la totalidad de la relación, y a la luz de los hechos queda demostrado que para Mónica tampoco fue suficiente mi modo de quererla. En modo alguno la estoy juzgando, porque nuestras necesidades nos determinan, aunque siento que en este caso más que necesidad es desconfianza y tras la desconfianza, el miedo y tras el miedo, el ego. Pero sea como sea, Mónica no merece alguien que no la quiera como ella necesita o cree necesitar y ese convencimiento da finalmente una pincelada de moralidad al hecho de haber dejado mi casa. Y para calmar un poco más a mi consciencia puedo recordar que por unos meses seguiré medicado y que yo ta

Demasiado tarde para lágrimas

No estamos como esperaba que estemos, eso es una realidad, pero las naves fueron quemadas así que sólo queda adentrarse en la selva y esperar que las fieras ya hayan cenado. En mi otra vida, esa que tuve hasta el veinte y seis de  abril, aprendí que no tiene caso el reproche y que las dudas son más destructivas que los fracasos, así que sólo nos queda mantener la esperanza e intentar creer que estos momentos son sólo pasajeros, y si no lo son, cada uno verá qué hacer con su vida, pero hasta que eso ocurra -esperemos que no- lo único razonable es apostar  por nosotros.

Tarde de sábado

A su ex-esposa la quería como a una madre, y quizá con un cariño tan grande como quiso a su madre. Él nunca lo había visto así, y de alguna forma esa nueva manera de entenderlo lo dejaba más tranquilo. A la gente le costaba asimilar por qué queriéndola tanto se había alejado, pero la gente no sabía cómo él la quería, sólo sabía cuánto la quería. Eva tenía mucho de Mónica, pero además era una hembra. En el otoño de su vida él había encontrado la amalgama perfecta de bondad y perversión. A veces Pablo pensaba que Eva lo había estado esperando pacientemente… reservando su sexualidad sólo para él, y a veces llegaba a creer que ellos se habían creado el uno al otro a lo largo de muchas vidas. Ambos soñaban con las tardes en que pasearían muy juntos. Se imaginaban tomados de la mano, o tal vez del brazo como las parejas antiguas. En el pensamiento los dos sentían el calor del costado del otro y el leve roce de las caderas bajo los gruesos abrigos. Los dos se imaginaban callados, caminando le