Errar es humano

"Aunque no solamos expresarlo en voz alta, muchos de nosotros afrontamos nuestras relaciones íntimas de la siguiente manera: «Te amaré si te comportas de una cierta forma. Te amaré si me correspondes. Te amaré si haces lo que yo digo y me haces sentir feliz. De lo contrario, dejaré por supuesto de amarte» . Cuando tenemos esta actitud con nuestra pareja, lo que en realidad estamos intentando es controlarla y... domesticarla con nuestro amor condicional para que piense como nosotros. Pero esta actitud nos acabará haciendo sufrir, porque querer sentirnos bien a costa del otro nos lleva a una situación forzada e insostenible. Te pondré un ejemplo que ilustra el amor incondicional. A un amigo mío su mujer le dejó por otro hombre. Él la quería muchísimo y se quedó desolado. Cuando le pregunté cómo se sentía, me contó que aunque se hubiera llevado un buen disgusto, se alegraba de que su mujer fuera más feliz con ese hombre de lo que lo había sido con él. Ahora lo único que quería era se

El día comenzó mal y no sé bien por qué. Podría atribuirlo a la extrema frialdad de Laura y a su, por lo menos aparente, falta de empatía. Por suerte ahora estoy mejor. Ver a Mónica tranquila en el hospital me hizo bien y el cruce de wasap con la menor también contribuyó en positivo, pero lo básico es que Eva me apoya cada día a pesar que hay ciertos aspectos incómodos para alguien que, sin arte ni parte, compartirá las consecuencias de una situación creada por mí en un ciento por ciento. Pero como en todo lo malo hay algo de bueno, la parte positiva de este doloroso corrimiento afectivo de los que fueron (y espero sigan siendo) mis afectos primarios, es que en el futuro me resultará más fácil ser yo mismo aunque, como dice Francisco, toda esta hecatombe no sería más que un esfuerzo estéril si yo no logro terminar con la influencia que el control externo tiene sobre mí, por lo tanto me desdigo de lo que acabo de decir y me enfoco en lograr ser yo mismo independientemente de lo que los

16:52 Está visto que es la hora del bajón. El Francisco de ayer fue el de los primeros años. Él sostiene, y yo coincido, que debo terminar definitivamente con el control externo, que es algo mío y no de los demás. Yo sé bien que es uno mismo quién otorga poder a otros, igual que en las D/s. Tendré que asumir el riesgo que las chicas me dejen de lado porque de otra manera todo esto no habrá tenido ningún sentido. Laura es un ejemplo. Ella no se subordina a nada ni a nadie, al menos hasta ahora, y el resto toma nota de su fortaleza. Ella es un ejemplo pero hay mil ejemplos más, el secreto es entender que no es sano para nadie alinearse con aquello que no le gusta sólo para que lo sigan queriendo, o para que le sigan dando. Los amores deben ser incondicionales, de otra manera es mejor no tenerlos. Supongo que debe ser muy triste el alejamiento de quienes uno siente cercanos, pero la realidad es la realidad. Igual no voy a apurarme porque éstos son los primeros días.

No puedo pedir que sean comprensivas ni ecuánimes, eso no se le puede pedir a nadie y menos a alguien tan comprometido con los afectos. Para peor mujeres. La mayor es muy rara y más rara aún con dos separaciones tan recientes, la de ella misma y la de sus padres, pero a pesar de sus rarezas y las circunstancias extrañas, puedo asegurar que no está bien conmigo. La menor está encolumnada con la madre tras el pabellón común es el de los celos. Con ella dudo que lleguemos a un período de normalidad sin pasar antes por una ruptura temporaria -no sé cuán larga-. Con la mayor puede suceder cualquier cosa

Las cosas cambian mucho con una separación. La rutina de décadas se modifica dramáticamente y uno se siente perdido, hasta cuesta reconocer la propia vida. Las personas siguen siendo las mismas pero como las necesidades propias aumentan lo que antes era suficiente ahora no alcanza. La sensación de soledad se hace sentir y es por eso que se valora extraordinariamente la incondicionalidad. En la última conversación Mónica me decía que necesitaba el abrazo de sus padres. Estaba muy triste verdaderamente. Sé de lo que estaba hablando porque me pasa igual, pero ya estamos grandes y a esta edad generalmente los padres ya no están. Pero Mónica no está sola, para comenzar me tiene a mí para lo que sea -se lo repetí infinidad de veces-, tiene a sus hijas, tiene a su hermana, tiene a su amiga espiritual y a su compañera de viajes. ¿Cuál de todos incondicional?  Yo seguro,  el resto está por verse. Yo la tengo a Eva, mi ratolí. Ella es incondicional conmigo en cualquier situación, aunque estuvies

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16:24 Debe ser la hora del día. A la noche sube la fiebre y a esta hora me pongo raro. Creo que tiene que ver con no tener aún planificada mínimamente mi vida post-laboral. Ayer la conversación con Claudio me sacó de lo que hubiese sido un pozo anímico. Me gusta hablar con este chico-hombre que parece haber podido esquivar los problemas existenciales. Es muy positivo a su manera. Estoy seguro que jamás se ha planteado algo más que la solución de problemas prácticos. ¡Un hombre feliz! No se le conocen mujeres, pero es tan reservado que podría convivir con un harén y nadie se enteraría, aunque yo diría que también ha trascendido los deseos de la carne. Él todo lo hace con ganas y a todo le pone atención, salvo a la parte sentimental. ¡Gracias querido Claudio! Trataré que Francisco me de alguna orientación respecto a la pregunta del millón. Confío en su experiencia de tantos años aunque no pueda confiar en su memoria. Viajaré con Guillermo lo cual no me asegura un viaje tranquilo, pero se

Posiblemente ella sea el único motivo, pero no quisiera ser injusto con Mónica porque con ella también me sentí seguro. Eva es algo especial. Para mí Eva es una especie de Teresa de Calcuta mezclada con Florence Nightingale, es también la unión de un comando  yankee y un caballero medieval, de esos de las películas en las que los buenos son buenos y los malos son malos. Estoy un poco viejo, un poco enfermo y mi continuidad laboral depende de circunstancias que no puedo manejar, sin embargo Eva, sin decir nada, hace que no piense en las dificultades.  Seguramente ella es el motivo. 

Había tomado un poco de cerveza pero no creo que ese haya sido el motivo. El hecho es que por un instante me sentí autosuficiente. Un instante solamente, no sé cuanto, arriesgaría diez segundos, cinco, no sé decirlo, un instante sin miedo. Fue fantástico. 

16:50 Hasta hace un rato estuve bien, realmente bien. La vida de 9:00 a 18:00 es la de siempre, pero una vez que se acerca la hora de regreso se comienza a notar el cambio. Debo obligarme a una rutina. No puedo esperar a tener ganas, yo mismo debo crearme las ganas.  Eva me contó que el deporte ha rescatado a su ex de los momentos amargos de su vida. Yo debo encontrar mi actividad porque de otra manera las horas, siempre relativas, se harán eternas. El 25 de enero tiene un sabor ambiguo, por un lado la alegría inmensa de reencontrarme con Eva y por el otro la amargura y el miedo porque se caerá definitivamente la puesta en escena. Mi isla pradisíaca está atestada de Nazis. Algo mucho peor se me acaba de ocurrir: no sé qué contestaré cuando las chicas me pregunten sobre la verdad del viaje a España. ¿Les miento a ellas también? Podría decir cualquier cosa y ver qué sucede, pero eso haría que corroboren las palabras de su madre. Decir la verdad acercaría dramáticamente la posible ruptura

Ya pasó y estoy con mi hija. Es lo único bueno que puedo decir.

Me está funcionando esto de haber tomado consciencia que cada minuto cuenta y estoy logrando diferir el malestar hacia el momento indicado en un porcentaje importante, aunque por ahora no totalmente. La estrategia es interrumpir el comienzo de la cadena de pensamientos negativos que me conducirían irremediablemete a la tristeza. Está visto que la lógica sirve a veces para algo. Me pregunto qué gané con las preocupaciones de todos estos días. Nada de nada. Si preocuparse solucionara las cosas yo tendría solucionada la vida por varias reencarnaciones, igual que mi madre que no dejó tema por el cual hacerse mala sangre. ¿Qué ganó con tantas preocupaciones y con tanto dolor? Nada de nada, igual que yo. En su recuerdo va este intento.

277 días equivalen a algo más de 9 meses. Muy parecido al tiempo de gestación humana. El parto será, Dios mediante, el 25 de enero de 2016, un año justo de aquel día entrañable y ya lejano. La "F" es por felicidad. Podría haber elegido la "L" de libertad, pero la felicidad engloba todo lo bueno y además no me siento bien siendo libre.  277 días es una cifra respetable, porque si bien pueden pasar muy rápido, también es cierto que en tantos días pueden suceder muchas cosas.  En agosto del año pasado le dije a Eva que  posiblemente nos podríamos ver en enero y mucho no le gustó. Se había desilusionado una vez y no quería sufrir nuevamente. No creo que en aquel momento no me haya creído, sino que faltaban muchos días y al igual que yo lo hago ahora, ella pensó que mil cosas malas podrían suceder. Dios va a querer que nada suceda y que en 277 días nos estemos abrazando nuevamente.

Siempre puse en duda la capacidad de la voluntad para el control de las emociones, supongo porque a mi no me funcionó el "truco", o porque cuando las emociones se desbordaron siempre tuve otras alternativas de acción, no obstante tengo alrededor mío pruebas palpables que es posible que la cabeza haga algo en pos de la tranquilidad en momentos turbulentos y que hay maneras más adecuadas que otras para afrontar las dificultades. Creo además que cuanto más profunda e inesperada es una crisis más difícil es echar mano a las herramientas para poder controlarla, pero hay que reconocer que la crisis que está por venir -mejor dicho, que estoy por provocar- no es inesperada, y en honor a la verdad tampoco se trata de una crisis terminal, porque gracias a Dios ninguna vida está en peligro. A esta altura del campeonato no tengo otra posibilidad que actuar como adulto, léase: afrontar con decisión el momento y aceptar las consecuencias con entereza y dignidad. Para ello deberé recurrir a

Quizá sólo se trate de alzar la mirada, aunque sea sólo un poco. La realidad es una imagen holográfica, es el ayer, es el hoy y también es el mañana posible. La realidad abreva en la memoria, una memoria completa y desapasionada. La realidad se nutre de esperanza, sino ¿para qué vivir?

Mónica tiene la costumbre de ponerse en la peor situación. Yo también tengo esa costumbre. No es una mala práctica si se dosifica su aplicación, pero es pésima si se convierte en costumbre. Todos hemos experimentado en carne propia que las Leyes de Murphy son casi tan omnipresente como las leyes de la termodionámica, pero también es raro que se combinen las peores alternativas. Quizá pueda parecer que esta entrada es una crítica a Mónica, pero es antes que nada una autocrítica y una reflexión, porque yo también tengo la costumbre de ponerme en situaciones altamente improbables a las que que sin embargo le asigno incoscientemente rango de realidad. Si bien, como acabo de escribir,  Mónica y yo compartimos la misma -mala- costumbre, yo creo que se origina en distintos rasgos de personalidad, pesimismo en mi caso y desconfianza en el caso de Mónica, aunque naturalmente ni ella es solamente desconfiada, ni yo únicamente pesimista. Ponerse en la peor situación hace que imaginemos situacione

El dolor se vuelve profundo sólo cuando nos toca. La muerte y la enfermedad dejan de ser una estadística cuando nos golpean personalmente. Nunca había sentido la amargura del arrepentimiento. Dejar mi casa tendrá después de todo una arista moral. Tristemente moral. Entre tanto miedo y egoísmo yace la sinceridad como una pequeña perla que sobrevivió al fuego de la traición. Mónica finalmente se habrá liberado de la prisión de tristeza y desconfianza que construimos juntos. Me arrepiento de muchas cosas, pero el arrepentimiento es una carta inútil a un destinatario que no la quiere recibir.

Ayer terminé de confirmar que tampoco Francisco será de ayuda, la parte positiva es que finalmente pude aceptar que dejar mi casa será tan terrible como lo presiento y que luego de ese momento me sentiré tan solo como sé que me sentiré. No sé por qué fantaseé durante tanto tiempo con algo distinto habiendo tenido ya esa experiencia. ¿O me olvidé de la vez que regresé a casa sólo tres o cuatro horas después de haberme ido con ropa y todo? Y eso que fui a casa de mi madre y que ella aún conservaba cierta lucidez. Recuerdo bien que le pidió a la señora que la cuidaba que me hiciera la cama. No era más que un colchón sobre el piso de parqué del comedor, pero estaba en familia. Ayer también pude pasar a la consciencia que una vez fuera nadie me va a comprender como yo necesitaré que me comprendan y nadie me va a abrazar como necesitaré que me abracen. Mis padres murieron, Mónica será el enemigo y Eva estará en la China, además ella tiene su vida y no es nada fácil tampoco. Mis hijas son bue

Nadie me tiene de rehén, ni han tomado el edificio dónde vivo, tampoco se declaró un incendio en mi habitación mientras dormía, ni nadie me ha alertado que un tsunami devastador llegará en dos minutos. Al parecer no estoy próximo a morir y estoy segurísimo que la Interpol no me está buscando. Nadie me ha dicho que tendré que nadar en un estanque con tiburones hambrientos y mucho menos caminar sobre un alambre tenso entre dos rascacielos de Manhattan. Si nada de eso ha sucedido no sé por qué me siento así. Puedo entender que esté triste y que quisiera que el domingo nunca llegara, pero nada explica mi estado actual. En una situación extrema sólo existe ese momento, no hay posibilidad ni predisposición para pensar en otra cosa que no sea salir del peligro lo antes posible, y es normal que todos los sistemas se preparen para esa situación, para lo cual cuerpo y mente se alinean para preservar la vida, pero mi vida no está en peligro por lo cual no se justifica semejante respuesta física,

Yo creo que la sinceridad debe ser completa en una pareja. El límite son las cuestiones que no la afectan, en esos temas la sinceridad no "aplica". En mi opinión se debe ser sincero en lo real y en lo potencial, aunque suene a amenaza, aunque arruine un buen momento. La sinceridad completa es lo único que nos vuelve confiables, pero la sinceridad necesita espacio para florecer. Se debe ser amorosamente sincero. La sinceridad no implica dureza, la sinceridad implica amor.

Me cuesta creerlo y no le encuentro explicación. De la misma forma que hay pensamientos que me llevan al séptimo círculo del infierno, hay otro -uno sólo- que me rescata de los abismos de mi ánimo. Sé que en la realidad no es así, pero mi interior lo cree. Increíble que pueda creer eso una mente tan escéptica , pero lo cree. Le decía a Eva que la simbología de la esclava conjuga en mi mente la incondicionalidad y la sexualidad. Cuándo ella actúa como esclava el símbolo cobra realidad y como una grúa tira de mi ánimo hacia arriba. Inmediatamente. Con igual velocidad vuelvo al subsuelo cuando la máquina no funciona. Me gustaría poder decirle ésto a Francisco pero no creo que lo entienda porque yo mismo no lo entiendo, sólo lo siento y apenas lo interpreto. Supongo además que me consideraría algo "chalado" y no quisiera darle esa impresión, o confirmarla. A pesar de mi modestísima performance sexual, el sexo es algo central para mí, pero no es algo que funcione en forma autónoma

Me pregunto cómo estaría mi amigo R. si hubiese tenido que pasar por este momento. Supongo que no habría llegado a esta instancia. La hubiese resuelto antes, de alguna manera.

"Pensás demasiado en los demás, ¿y vos para cuándo?" me dijeron algunas veces. Yo respondería con otra pregunta "¿es posible no pensar en uno todo el tiempo?". No sé para el resto pero para mí no lo es, yo pienso en mí el cien por ciento de las veces, e invariablemente busco mi propio bienestar. Pero como mi bienestar depende en gran medida del bienestar de quienes quiero podría dar la falsa impresión que pienso en los demás por los demás, mientras que la verdad es que pienso en los demás por lo que los demás significan para mí. Es posible que a los efectos prácticos pueda impresionar que se trata de lo mismo pero en el fondo no es así. ¿Por qué no lo es? porque la importancia de los demás depende únicamente de la importancia que los demás tengan para mí. Sólo para dar un ejemplo: miles de niños mueren diariamente en África y yo me preocupo porque se me cae el pelo. No creo sea necesario agregar nada más. ¿Hago o hice alguna vez algo completamente altruista? Sí, per

Me gusta mucho que Eva me participe de sus blogs, inclusive de aquellos que se propone no decirme que existen. Poco le duran esos arranques porque supongo siente que me traiciona de alguna forma. Creo sin embargo que debería tener un lugar secreto dónde ella pudiese escribir todo, todo, todo. Porque hay catarsis necesarias y sinceridades innecesarias. Sería perfecto que ese blog quedara en blanco porque eso indicaría que cree que no hay nada que yo no podría comprender. Pero ese blog tendría muchas entradas porque Eva es muy temperamental y algo trágica con nuestras cosas. Como siempre hay soluciones intermedias y ella podría optar poner alguna marca en el título de aquellas entradas que yo no debería leer, o que su lectura quedaría bajo mi exclusiva responsabilidad. Yo no quiero un blog secreto, hace tantos años que vengo ocultando cosas que lo que hoy necesito es mostrar, no quiero mantener nada oculto de Eva, además con alguien hay que ser sincero y Eva es la persona que habilita mi

Nadie podrá decir que Rodolfo no era sabio. Si no fuera por ciertos apasionamientos para mí sin sentido, diría que es lo que llaman un alma vieja, esas que dicen que traen la sabiduría de muchas vidas anteriores. En su momento me recomendó que busque una rutina que mantuviese ocupado y creo que eso el lo que deberé hacer a partir del día "D". No es razonable ni sano para ninguno de los dos que Eva tenga la responsabilidad de llenar los espacios vacíos de mi vida, pero más que eso no es posible que lo haga aunque se lo proponga. La ilusión por la vida compartida es el motor que impulsa este barco, pero no le debo pedir al amor más de lo que el amor puede dar. Habrá que hacerse hombre finalmente.

Miedo al enojo Cuando fantaseo como sería todo si fuera yo quien se trasladase con Eva, me invade una especie de tranquilidad y diría que hasta cierta alegría. Los enojos y los reproches quedarían a muchos kilómetros y si bien intentaría jamar hacer eso, hasta podría llegar a no contestar el teléfono si la agresión traspasara ciertos límites. La distancia sería el escudo que mi personalidad no puede construir. Por otra parte, España es para mí una especie de paraíso y eso seguramente también debe influir. Por más que los términos de la separación sean los que Mónica desea, es decir sin contactos, en primer lugar dudo que Mónica pueda evitar no lastimarme, sea en forma directa o indirecta y en segundo lugar hay muchas cosas en común que necesariamente deben ser resueltas conjuntamente. No me parece posible que sean calmos los tiempos que se avecinan. España es cada vez más un paraíso perfecto.  Incondicionalidad y contención Eva es incondicional y capaz de darme toda la contención que n

Ante todo digo que Sagui es una buena persona y está completamente enfocada en hacer el bien, aunque no sería sincero si no dijera que la considero algo limitada, producto de lo cual se aferra a ciertos dogmas que aplica sin sopesar si son válidos en todos los casos, no obstante el problema no es lo que crea Sagui sino lo que me afectan sus creencias a pesar de no compartirlas. Creo que lo que más me afectó fue que me confirmara lo que yo ya sabía acerca de la actitud que Mónica dijo que tomaría conmigo si yo dejara nuestra casa. De hecho la que tomará en diez días. "Si pone un bolso fuera de casa ya no podrá volver" . Sería lícito preguntarme por qué me afecta si no tengo previsto volver. Me afecta por varios motivos, por una parte por sentir que alguien que es parte de mí y sigue siendo tan cercano en el afecto se convierta en un enemigo, o en el mejor de los casos en un extraño, y por la otra por la influencia explícita o implícita que pueda tener en la relación de las chi

Sería más fácil si el virus no estuviese en mí, si así fuera dejar mi casa sería la solución definitiva. Mónica también podría sanarse pero depende solamente de ella, igual que mi cura depende solamente de mí. Fueron muchos años de control que me han moldeado. Por supuesto que tengo responsabilidad, porque si hay alguien que vende es porque hay alguien que compra, porque si hay alguien que hace hay alguien que deja hacer. Por cobardía y/o comodidad acepté este modelo de vínculo. Hasta aquí la historia, lo que sigue es terminar con la opresión que yo permito y que yo mismo genero muchas veces. Terminarla dentro de mí, el exterior es siempre inexpugnable. Francisco me advirtió que si no logro romper con ese sentimiento, de nada servirá estar solo y él sabe lo que dice. En once días comienza una nueva lucha, una lucha solitaria como toda lucha interna, la lucha por mi libertad. La libertad que es un derecho y que también es un deber.

Faltan 286 días. El tiempo pasa muy rápido pero al 25-1-16 lo veo aún muy lejano. Esa es mi personalidad, me cuesta mucho pensar en lo bueno cuando todavía quedan obstáculos por sortear. Me pasa incluso con cosas casi seguras, que hasta que no las tengo en mano no las siento mías. Dice Paluch que estamos acostumbrados al "ver para creer" mientras que en la vida espiritual se habla de "creer para ver". Yo diría que en la vida real el "creer para ver" a veces resulta imprescindible. Unos renglones después de comenzar a escribir, el 25 de enero me parece ahora más cercano.

Hoy iré a ver a Francisco y luego cenaré con Sergio. Nada de eso es ilícito ni admite condena moral alguna y sin embargo tendré que mentir. Es ésa mi clase de vida. Lástima que tengo tan mala memoria.

Hay alguien que escribe y no es Eva. Alguien que se hace pasar por ella vaya uno a saber con qué fin. Sólo me pregunto por qué Eva lo permite. No es que quien escribe escriba mal, no es eso, es que no es Eva y eso se nota. Eva es toda ilusión y quien escribe parece haberla perdido. Quisiera preguntarle qué sucede con esos escritos pero ella es tan sensible... Yo creo que no debería dejar escribir a esa persona en su blog, pero supongo que tiene algún compromiso que le impide hacerlo. Los que la conocemos bien sabemos como es Eva, cómo piensa y cómo hace. Estoy seguro que esta persona no la conoce casi nada, tal vez sea un compañero o compañera del instituto, alguien que retuvo una imagen muy antigua y que ahora escribe como si esta Eva fuera aquella Eva. Sea como sea los escritos de esa persona no reflejan lo que Eva es. Sólo quería decir eso.

Antes mi canción era de miedo y de culpa, pero apareció Eva y con ella el miedo se disipó. La culpa persiste en alguna medida pero no se puede decir que Mónica sea completamente inocente, un fiscal diría que fue "partícipe necesario". Además, como no existirá abandono y como Eva es un angelito, la gran mayoría de los factores culpógenos no tienen un ambiente propicio para sobrevivir. Con el miedo y la culpa más calmados, la pena entra en foco. No es que la pena sea una recién nacida, nada de eso, la pena estuvo siempre presente sólo que no era primera figura. Si bien tanto el miedo como la culpa anidaban en mi propia mente, sentía que el miedo era por mi futuro y la culpa por el de Mónica. Cada sentimiento aplicado a una persona distinta. Con la pena es otra cosa. La pena nos abarca a ambos por igual. Ambos perdemos el mismo proyecto, ambos lo construimos y ambos no supimos sostenerlo, sólo que soy yo quien anuncia el fin. Recién le decía a Guillermo que cada vez que pienso e

Paluch dice que somos malos pronosticadores y creo que tiene razón. Creí que mi vida estaba definida en algún sentido y Eva apareció entre las letras de un blog. Hasta ayer un halo de tristeza cubría mi mirada y hoy el sol terminó de asomar mientras el agua de la ducha caía en mi cabeza. El amor de Eva resucita a un muerto. La admiro y me conmueve. Su mamá es como ella. Ella es como su mamá.

Anatole François Thibault (16 de abril de 1844, Paris – 12 de octubre de 1924, Saint-Cyr-sur-Loire), que adoptó el sobrenombre de Anatole France, fue un escritor francés.

No sé si soy yo que estoy perseguido o es ella  que necesita descargar su bronca. Quizá haya un poco de todo. Nunca tomé demasiado en serio el alcance de los celos de Mónica, del mismo modo inconsciente con el que no puedo dejar de justificarla en todo. Cuando tiene un "brote" los celos se apoderaran de ella y la transformaran en Mr. Hyde. Esos brotes no requieren de un disparador muy fuerte, cualquier situación externa que pudiese estar emparentada con una infidelidad o un abandono es suficiente para liberar a la bestia. En Sanación Pránica se habla de "entidades", "elementales" y "energías" con una cierta consciencia destructiva que toman el mando de la persona y la "obligan" a actuar de una manera inconveniente. Sin ir más lejos, ayer comenzamos hablando de un problema hospitalario que podría complicarla y terminamos hablando de la promiscuidad y la transmisión de enfermedades sexuales. Yo sentí que me acusaba una vez más cuando alu

La conversación con Guillermo hizo cambiar mi ánimo. Hablamos de lo que hablamos siempre, inclusive con las mismas palabras porque nada ha cambiado desde hace un tiempo largo. ¿Por qué entonces estoy mejor? Supongo que es porque encontré a alguien que está a mi favor. PD: Francisco contesto por wasap ¡qué moderno el hombre!

Hoy es uno de esos días terribles. Hacía mucho que no me sentía así. Una tristeza profunda se ha instalado en mi cuerpo, siento ganas de llorar, frío en los brazos y un desánimo que me afloja las piernas. No sé por qué me pasa ésto. Pienso y vuelvo a pensar pero no encuentro una razón. Está claro que nadie en mi lugar estaría exultante, pero semejante estado no tiene una explicación razonable. Ayer le dejé un mensaje a Francisco y aún no ha contestado pero supongo que lo hará con el correr de los días, mucho más teniendo en cuenta que le pedí turno para la semana próxima. Nadie puede solucionarle la vida a nadie, pero sería un golpe duro que Francisco no me contestara, aunque todo puede ser. Miro a mi alrededor y estoy solo. Eva está demasiado lejos y además está librando su propia lucha. Más cerca está mi tía, pero está grande y no sé como se tomará ésto. En el mejor de los casos me hará los reproches de libro y verdaderamente no estoy para reproches, demasiados tuve y demasiados me h

¿Qué? - Me iré a vivir solo ¿Por qué? - Perdí las ganas de compartir y eso tiene consecuencias no sólo en mí sino que produce malestar en la familia. - Perdí las ganas de hacer individualmente , porque cuando hago algo siento que estoy desatendiendo mis deberes, me siento culpable Consecuencias - Las consecuencias de mi decisión pueden ser parecidas a las que ocurren cuando un hijo se va a vivir solo o parecidas a las de una muerte si se elige terminar definitivamente con los contactos. Esta última opción no es mi deseo. Más - Hay una lista de reproches cruzados que podríamos hacernos con Mónica y que pueden haber sido los causantes del estado actual de las cosas, pero cada uno ha actuado de acuerdo a su personalidad y quizá las personalidades ya no son compatibles

Lo que dijo Churchill es la única razón que justifica el optimismo, pero es tan sólida que no hace falta ninguna otra. Generalmente soy pesimista apoyado en razones tan endebles como las que podría elegir para ser optimista. No voy a decir que ser pesimista o ser optimista es una elección inmediata, más bien diría que hay una predisposición, una de mis hijas es una optimista incorregible, y también hay una cuestión de hábito contra la que, o a favor de la cual, es necesario trabajar si se pretende modificar al menos en alguna medida la respuesta natural. Como siempre, tomar consciencia es el primer paso.

En veinticinco días estaré comunicando una decisión que nos cambiará profundamente la vida a tres personas y producirá cambios de distinta importancia en muchas otras. A partir de ese día la vida de Eva, la de Mónica y la mía habrán cambiado para siempre. Quince días antes de ese momento me habré despedido por última vez de mi familia como la persona que han conocido desde siempre. De ahí en adelante yo también deberé cambiar mi forma de concebirme, porque mis circunstancias habrán cambiado y con ellas yo también. Cambios tan radicales no se producen de buenas a primeras y en particular detrás de éste existe una larga lista de motivos, alguno de los cuales por sí mismos hubieran alcanzado para justificar que alguien tome una decisión mucho antes, pero la decisión se tomará recién ahora y quién la tomará soy yo, es decir, más allá de cualquier consideración que se pudiese hacer, seré yo quien impulse este cambio. Para bien y para mal habré sido yo el responsable de todo esto.